La alimentación y la actividad física son los factores externos que más influyen sobre nuestra salud. A partir del genoma han descubierto que llegan a ser responsables del 70% de nuestra salud o enfermedad.
Si alguien busca la salud, pregúntale si está dispuesto a evitar en el futuro las causas de la enfermedad; en caso contrario, abstente de ayudarle.
( Sócrates)
Si quieres.Vamos a ayudarte.
Haz un experimento. Apunta durante 3 días todas tus comidas, incluidas los picoteos, y las bebidas.
No hace falta ser una blogger para enseñar a todo el mundo lo que comes, pero durante tres días puede servirte de ayuda.
Repítelo dentro de dos semanas. Esperamos que al leer este artículo ya no pase pero…
¿Has tomado todos los días unas galletas, el mismo yogur, comes todos los días la misma fruta? ¿Son tus ensaladas parecidas?¿Tu compra es idéntica casi semanalmente? ¿Has descubierto que no bebes agua y si 5 cafés?
El auto-registro es una herramienta muy útil. Simplemente hacerte consciente de la realidad,es el primer paso para el cambio.
El cerebro es un glotón que sabe engañarnos para seguir obteniendo placer de la comida. Muchas veces buscamos en la comida calmar el estrés. Otras comemos por estar aburridos o por no estar atentos a lo comemos.
¿Sabes que tienes un pequeño cerebro en la tripa? Tienes cien millones de neuronas dentro de tu intestino, con sensores mecánicos y químicos, y microcircuitos independientes.

Si a veces es así de sencillo entenderlo
Y así de complejo explicar cómo sucede.
Es nuestro intestino quien nos tiene que hablar, pero tenemos que hacer que nuestro cerebro esté atento para recibir los mensajes.
Debería ir al baño a diario, tener digestiones sin enterarme, comer y que me siente bien, tener hambre, tener sed, comer y saciarme…
Aquí te damos unos consejos generales. Pero no hay dos intestinos iguales, tenemos que conocer el tuyo para saber exactamente que necesitas.
Por ahora unas pistas para comenzar.
Huele lo que vas a comer. Mastica despacio intentando disfrutar de las texturas y sonidos. Haz que participen todos los sentidos.
Necesitamos además tiempo para sentir que nos saciamos. Calma.
No nos cansaremos de repetirlo. Es importante.
Una vez que ya estás dispuesto a saborear la comida sigue las nuevas recomendaciones:
- Debemos comer fruta diariamente.
- Verdura diaria de diferente tipo (no vale ensalada con lechuga y tomate todos los días) crudas o al vapor para no quitarles en la cocción sus propiedades.
- Es imprescindible tomar grasas, el ácido graso que debe ser mayoritario es el que contiene el aceite de oliva virgen.
- Hay que incrementar el consumo de pescado azul, cuanto más fresco y natural mejor, lógicamente.
- Evita la comida preparada, productos industriales y pastelería.
Introduce variedad. Con tu registro de alimentación en la mano haz tu propia dieta, comenzando con alguna de estas recomendaciones. No trates de exigirte grandes cambios.
Analiza realmente en que cosas te estas excediendo y qué pequeñas variaciones puedes hacer. Tal vez sea sustituir un picoteo de galletas por una fruta, o evitar el café de la tarde tomando una infusión.
El primer paso no te lleva dónde quieres ir, pero te saca de dónde estás.
Organiza la compra y la comida con antelación. Actualmente tenemos muchos recursos, en internet existen multitud de páginas en las que encontramos recetas y los ingredientes que necesitamos. Así, con agenda en mano incluso puedes anticiparte a los días más liados y tener algo hecho para cuando llegues que muerdes.
Cuando preparas la comida, y te sientas a disfrutar de comer con hambre, poco a poco se va perdiendo la costumbre de ir “picoteando” antes de comer. Muchas veces lo que estamos es acelerados. Pon algo de música tranquila, siéntate un minuto y respira pues a veces nos engañan las prisas.
Si tienes hijos trata de que vean en ti lo hábitos que quieres que desarrollen ellos. Podemos hacer que comer fruta y verdura no sea tan aburrido. Que participen ellos en la preparación de algunas comidas.
Desconfía de todos los alimentos a los que hayan tenido que añadir, fibra, vitaminas, omegas, que tengas muchas trazas de otros alimentos, o que se conserven durante días sin pudrirse.
Si no es bueno para tus dientes, no será bueno para el resto. Sabemos que el azúcar daña el esmalte de los dientes, entonces, qué no hará en estructuras más delicadas.

Una manera de asegurarse de variar en las frutas y verduras es adecuarse también a las que haya por temporada.
Cada vez es más fácil hacer la compra por internet y que te envíen productos ecológicos a casa.
Estas son las recomendaciones para Marzo.
Frutas
Albaricoque, Cereza, Fresa-Fresón, Kiwi, Limón, Mandarina, Melocotón, Naranja,
Nectarina, Níspero, Plátano, Pomelo.
Verduras y hortalizas
Acelga, Ajo, Alcachofa, Apio, Berenjena, Brócoli, Calabacín, Calabaza, Cebolla, Col Lombarda, Coliflor, Endibia, Escarola, Espárrago verde, Espinaca, Guisante, Haba, Judía verde, Lechuga, Nabo, Pepino, Pimiento, Puerro, Rábano, Remolacha, Repollo, Tomate, Zanahoria.
Pescados y mariscos
Almejas, Anguila, Angula, Atún, Bacaladilla, Bacalao, Berberechos, Boquerón, Caballa, Cabracho, Camarón, Carpa, Centollo, Cigala, Congrio, Gallo, Fletán, Jurel, Lamprea, Lenguado, Liba, Mejillones, Merluza, Mero, Ostras, Palometa, Perca, Pez espada, Rape, Raya, Rodaballo, Salmón, Sepia, Trucha.
Carnes
Cerdo, Cochinillo, Conejo, Cordero, Criadillas, Gallina, Mollejas, Pollo, Ternera, Vaca, Venado.
Os dejamos también una receta, gracias a Borja que va ayudándonos a descubrir la importancia de la alimentación correcta para mantenernos sanos.
¡A veces hay que ser más visceral!

Estas son algunas ideas para comenzar, pero ven y te ayudaremos con las dudas que tengas. Cada intestino.. es un mundo 🙂
Marta Carneiro Pazo
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